domingo, 13 de octubre de 2013

Mañana volverá a amanecer…

Hay expresiones, pensamientos, comentarios que con el paso de los años se convierten en refranes, dichos, frases en definitiva, que permanecen en el tiempo.

Algunas tienen miles de años, otras son recientes. Muchas fueron pronunciadas por genios, otras por gente anónima. Se trasmiten entre personas, traspasan fronteras, trascienden culturas. Y actualmente, a través de Internet, llegan a nuestro ordenador por e-mail, Facebook…

La que ahora quiero compartir forma parte de los últimos minutos de la película  Náufrago y la pronuncia Tom Hanks después de volver del infierno acuático, isleño.

Esta frase me sugirió un divertimento pictórico reciente que aúna texto y color. Ahora la tengo puesta en una de las paredes de mi estudio, junto a la puerta. La releo frecuentemente. Todos los días:





Martín Alía: "Mañana volverá a amanecer". Acuarela/papel. 46 x 32 cm. 2013.



jueves, 10 de octubre de 2013

Nuevos descubrimientos sobre Leonardo

Todo lo relacionado con Leonardo da Vinci se convierte de forma inmediata en noticia que recorre el mundo trascendiendo el ámbito del arte. Lo cual viene a demostrar la fascinación que sigue produciendo este mítico artista a pesar del escaso número de pinturas que llegó a terminar.

Ya durante su vida fue requerido por reyes, papas y nobles. Poquísimos pintores alcanzaron su nivel en el campo del dibujo, para mí, únicamente Durero, Rembrandt, Goya y por supuesto su contemporáneo y rival Miguel Ángel. Ni siquiera Picasso estuvo a su altura, y mira que dibujaba bien.

Precursor de la ciencia, pintor, anatomista, arquitecto, botánico, escritor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista. En todo esto dejó su sello y fue probablemente la mejor representación del “hombre renacentista”. Por eso, la posible aparición de una nueva obra suya dispara todas las alarmas.

Hace unos días se anunciaba por expertos de la Universidad Leonardo el descubrimiento de una nueva pintura, oculta durante cinco siglos: "Retrato de Isabel del Este" que se encontraba en el búnker de una adinerada familia suiza, basada en un conocido dibujo suyo realizado a carboncillo a finales del siglo XV que se conserva en el Louvre.




Carlo Pedretti, máxima autoridad de esta universidad ha calificado el lienzo de excepcional, aseverado su autenticidad tanto por la firma del florentino, como por la tela empleada. Es un óleo sobre lienzo de 61 por 46,5 cm, que presenta varios motivos iconográficos inspirados en Santa Catalina de Siena y que se ha fechado entre 1513 y 1516. Según sus estudios quince años separan ambas piezas.

Anteriormente la National Galery echó leña al fuego al exponer por primera vez al público la pintura del "Salvator Mundi", obra inédita de Leonardo, pintada hacia 1500, que representa a Cristo luciendo una túnica azul, bendiciendo y sujetando un globo terráqueo de cristal. Esta pintura ha sido atribuida al maestro por varios expertos después de su restauración en 2010 y es objeto de una fuerte polémica por parte de algunos detractores, a pesar de lo cual se presentó como un gran descubrimiento dentro de la obra realizada por el pintor



“Salvador Mundi”. Óleo/tabla. 65,6 x 45,4 cm. Hacia 1500


Y hace poco más de dos años la prestigiosa National Geographic dedicó la portada y un gran artículo en su revista al hallazgo de un retrato de perfil conocido como La bella principessa avalado por Martin Kemp, máximo especialista en el pintor. Esta obra fue presentada como un dibujo renacentista en 1998 durante una subasta de Christie en Nueva York. Finalmente fue comprado por un comerciante de arte por 21.850$ e identificada posteriormente como Bianca Sforza. De ser un auténtico Leonardo su valor podría llegar a los 100 millones de dólares.



 La bella principessa. Dibujo a lápiz de color y tinta sobre pergamino




Según varios investigadores las marcas de puntadas que tiene en el borde sugieren que el dibujo pudo formar parte de un libro, tal vez una especie de registro de una boda real.




La calidad de este dibujo es magistral y posiblemente sea la obra que cuenta con más posibilidades de ser auténtica.

Por eso me pregunto qué tiene Leonardo que todo lo relacionado con él tanto nos deslumbra. Mucho se deberá a que una obra suya: La Gioconda, es la pintura más conocida en el mundo




miércoles, 25 de septiembre de 2013

La ley ≠ la justicia

Hace tiempo un amigo, a quien admiro y respeto cada día más, me dijo:

       ─ ¡No te engañes Martín, existe la ley, la justicia es otra cosa!

En la ya comentada  ”carpeta de dibujos”  encontré dos dibujos que vienen al pelo de lo arriba expresado. Ahora no podría hacer otros nuevos que fueran más representativos de tan tremenda frase.

Y pensar que fueron hechos hace quince años y, sin embargo, son tan tremendamente actuales. No tenían título; ahora se lo he puesto.


El primero, y no pretendo echarme flores, es limpio, simétrico, equilibrado, luminoso, con color; como a mi juicio debe ser la ley.




Martín Alía. “La ley”. Tinta y acuarela/cartón. 26-04-98.



El segundo es caótico, tortuoso, gris, oscuro, como gran parte de nuestra justicia; en último término, a modo de horizonte, insinué el mar, la luz.




Martín Alía. “La justicia”. Tinta y acuarela/cartón. 1998.



¡Ojalá, a nosotros, esa luz nos llegue pronto!




miércoles, 14 de agosto de 2013

Dibujos en sepia. Carpeta de dibujos - III

Esta entrada podría titularse Dibujos Literarios II, pues se trata de una nueva selección de los dibujos que realicé para ilustrar las críticas literarias escritas por Celso Serrano. En este caso todos están realizados a tinta y después iluminados con acuarela en color sepia y forman parte de la reencontrada Carpeta de dibujos.

En la mayoría de ellos aparece un libro, no solo como objeto físico, también como protagonista. Sugiriendo una maleta, un lugar de encuentro, una pared o, mejor aún, una calle con portales donde citarse, charlar…


Los dos últimos tiene que ver con el principio y el fin, la esfera de un reloj, el tiempo en definitiva; uno de los temas que ha motivado muchas de mis obras y es un pilar fundamental en mi pintura.

Los títulos se corresponden con los que tenían los artículos publicados, así como la fecha. En los dos últimos he sugerido, entre paréntesis, un título propio.

Personas, objetos, luces y sombras, horizontes… Dibujos.





Martín Alía. Español, exiliado, peregrino: Max Aub. 9-5-98







Martín Alía.  Más para mirarlo que para leer. 6-6-98







Martín Alía.  El bandoneón, gallego, ché!  18-9-98







Martín Alía.  El que te conozca, que te compre. 16-5-98







Martín Alía.  Desocupado lector (Tiempo y principio). 13-6-98







Martín Alía.  Sacros, altos, dorados capiteles (Tiempo y final). 20-6-98






jueves, 1 de agosto de 2013

Dibujos literarios. Carpeta de dibujos - II

Cada uno de estos dibujos refleja una pequeña historia, a veces basada en un texto real que yo conocía o me proponían, en otras, una forma de representar un hecho, un concepto, una idea, que tuviera que ver con el noble arte de combinar e hilvanar palabras, generalmente sobre un papel: la literatura, y su plasmación final en un objeto real, sólido y fascinante al que llamamos libro.

Empleando elementos como hojas de papel, plumas, tinteros, teclados o libros que forman parte del "oficio de escritor" y  pueblan estas ilustraciones de pequeño formato que presento a continuación, y que estaban en la ya comentada “Carpeta de dibujos” encontrada hace días en mi estudio.

Ilustraron diversas crónicas y críticas literarias en colaboración con el escritor y articulista Celso Serrano que fueron publicadas, junto a muchas otras, semanalmente. En este caso, el título del dibujo es el mismo que tenía el texto, y la fecha que aparece al final corresponde a la de su publicación.


Técnicamente están realizados sobre cartón en el que trazo un breve esquema a lápiz, con posterior pasado a tinta y barra conté de color negro o gris.

Pequeños ideas,  dibujos,  historias.





Martín Alía. Vosotros, amigos viejos. 13-12-97






Martín Alía.  La casa de la literatura. 21-3-98






Martín Alía. De exámenes y lecturas. 14-3- 98






Martín Alía. Pío Baroja, un viejo liberal entre dos fuegos. 18-4-98






Martín Alía. Un francotirador de atinado criterio. 10-1-98






Martín Alía. Una vocación joven: escritor. 13-12-97







sábado, 20 de julio de 2013

Carpeta de dibujos

La semana pasada, buscaba unos papeles de dibujo que compré hace tiempo en Lisboa y que ahora necesitaba para la serie de acuarelas venecianas que estoy realizando, hice un descubrimiento sorprendente.

Hace ahora quince años estuve dibujando varios meses para el suplemento cultural de un periódico de vida efímera, donde realizaba la portada de dicho suplemento, generalmente basada en algún hecho cultural o artista relevante, y varias ilustraciones para la crítica de libros y cine, más el relato o cuento breve de algún autor novel de la contraportada.

Fue un reto tremendo para un pintor tan reflexivo como yo, que elabora tanto sus obras y me llevó a la obligada inmediatez de los apuntes y los bocetos. Eso, aunque a veces era muy estresante, también fue muy fresco y creativo. Realizar cuatro dibujos, aguadas o acuarelas semanales de temática muy diferente y de la cual, a veces, me enteraba al día anterior. Como decía, mi colaboración solo duró varios meses pero, aun así, realicé más de 100 dibujos.

Pues bien, revolviendo entre estantes y cartones buscando esos papeles, tropecé con una carpeta vieja y ajada, llena de polvo, que, para mi sorpresa, contenía gran parte de aquellos dibujos. Lo poco que me pagaban era por su publicación pero, afortunadamente, la propiedad seguía siendo mía y allí estaban. Había más de ochenta. Hacía tiempo que no pensaba en ellos, sabía que los tenía, pero estaban olvidados.

Fue como el reencuentro con una pintura que no veía hace años, muchos años… Sorprendente ¡Emocionante!

A pesar del tiempo transcurrido creo que muchos de ellos tienen una calidad bastante raceptable y quiero compartirlos en este espacio. La mayoría son dibujos a tinta, algunos con lápiz sepia y varios con técnicas mixtas.

He seleccionado inicialmente algunos de los retratos de escritores, músicos, pintores y artistas, varios de ellos alicantinos, que dibujé, en los cuales sus partituras, firmas o la temática de sus creaciones ocupan una parte importante de cada obra.

Aquí están, seis de ellos, después de quince años:




Martín Alía: Gabriel Miró. Tinta/cartón. 1997.







Martín Alía: Eusebio Sempere. Tinta/cartón. 1997.







Martín Alía: Oscar Esplá. Lápiz/cartón. 1998.







Martín Alía: Franz Schubert. Técnica mixta/cartón. 1997.







Martín Alía: Federico García Lorca. Tinta/cartón. 1998.







Martín Alía: Miguel Hernández. Tinta/cartón. 1998






sábado, 6 de julio de 2013

Calma

A veces el viento, simplemente, se va, se marcha, se aleja. Desaparece.

Las velas flamean, se deshinchan, se vacían, cuelgan flácidas, inermes, sin vida. Muertas.

A pesar de tener el máximo de velamen desplegado el barco se detiene, se para, parece desarbolado, triste, abatido, abandonado. Solo.

El día puede parecer magnífico, sol radiante, cielo limpio, sin nubes, hermoso.

Pero a bordo, en cubierta, se instala el desánimo, la rabia, y a veces, incluso, la desesperación. ¿Qué hacemos? ¿Qué podemos hacer? Y pruebas, lo intentas. Cambias velas. Con más, con menos. Pones, quitas. ¿Sin velas?, ¡que locura! ¿Con todas?, ¡imposible!  Repites, vuelves a cambiar. Cabos y más cabos. Cazas, largas. Drizas, escotas, contras. Nada.

Nada.


¡NADA!




Martín Alía: Mar en calma. Oleo/tela. 130 x 97 cm. 2012


Y entonces, cuando después mucho, mucho tiempo, percibes un ligero cambio de color en la superficie de la mar, aunque sea lejos, tras dolerte los ojos de tanto mirar, y sientes en la cara un breve soplo de viento, antes de que esa ligerísima brisa llegue al barco y las velas la recojan, entonces, solo entonces, el ánimo se recupera y, atento, callado, sin ruido, como para no asustar al viento, tomas los cabos con sumo cuidado, con mimo, y ves que las velas empiezan a recoger ese pequeño halo de brisa, a hincharse, y ligeramente el barco bandea, se balancea, empieza a moverse de manera casi imperceptible, pero sí, lo hace, avanza, incluso para asegurarse de que realmente está sucediendo, alguien grita:

-¡Eh!, ¡los de popa! ¡Mirar la estela a ver si nos movemos!

Y sí, en popa ya hemos mirado y visto surgir pequeñas burbujas, una ligera espuma y tras el barco empieza a formarse un camino azul, ligeramente más oscuro, bordeado de pequeñas ondas que nos anima a contestar, ya sin temor:

-¡Si, nos movemos! ¡Navegamos!

Pocos metros después, burbujas y ondas, transformadas ya en olas y espuma forman una estela ancha, agitada, turbulenta, preciosa.

En ese momento sueltas el aire retenido en los pulmones y resoplas. ¡Por fin volvemos a navegar! A sentir el viento en la cara, el movimiento del barco que escora y cabalga airoso sobre las olas, tajando la mar, levantando espuma, fuerte, poderoso.

Y entonces recuerdo esa frase que dice:

“Ningún mar en calma hizo experto a un marinero”

Aunque a veces, aguantar en medio de la calma, es tan desesperante como difícil hacerlo en medio de la tormenta.

Y no solo cuando estás navegando.


lunes, 3 de junio de 2013

El dibujo español en el British Museum.

Bartolomé Esteban Murillo fue un fantástico pintor español que en vida tuvo tanto o más prestigio que Velázquez, pero que hoy en día está un poco olvidado, al menos aquí, en España. En Gran Bretaña, sin embargo, sus pinturas ocupan un lugar de honor en los mejores museos.

Actualmente en el Museo del Prado podemos visitar una excelente exposición  de dibujos españoles conservados en aquellas tierras llamada: El trazo español en el British Museum. Dibujos del Renacimiento a Goya. La muestra está articulada en torno a seis grandes apartados que tienen básicamente una justificación geográfica, a saber:

1.- La importación de prácticas gráficas: Castilla, 1550-1600
2.- Madrid, capital artística, 1600-1700
3.- Andalucía, 1550-1700. Sevilla, Granada y Córdoba
4.- El dibujo en Valencia, 1500-1700. Ribera en Nápoles
5.- El dibujo en el siglo XVIII
6.- Francisco de Goya (1746-1828)

Si empezaba esta entrada hablando de Murillo es por ser el autor de uno de los dibujos más vigorosos y expresivos de la exposición. Con que pocos y frescos trazos un gran maestro es capaz de trasmitirnos toda la fuerza y el vigor de una mirada, de una postura, de un arcángel. Si existen, si existieron, tenían que ser así.


Bartolomé Esteban Murillo. San Miguel Arcángel. Pluma y tinta parda sobre 
lápiz negro, 268 x 189 mm, c. 1655 – 1660. Museo Británico.


No menos interesantes son también tres dibujos de temática religiosa: una cabeza de monje atribuida a Zurbarán, donde se refleja todo el recogimiento interior de una persona que voluntariamente se aísla en un monasterio; un boceto de Alonso de Berruguete para una Asunción de la Virgen claramente influido por Miguel Ángel y una teatral sanguina de  José de Ribera que representa a un Santo atado a un árbol.


Francisco de Zurbarán. Cabeza de monje. Lápiz negro, aguada gris con trazos 
de pluma y tinta, 276 x 195 mm, c. 1635 – 1655. Museo Británico.



Alonso Berruguete. La Asunción de la Virgen. Dibujo a pincel y aguada parda, con pluma y tinta parda sobre lápiz negro, con realces de blanco, 319 x 193 mm, c. 1555 - 1561




José de Ribera. Santo atado a un árbol.  Dibujo, 1626. Museo Británico.



Mención aparte, ¡cómo no!, merece Francisco de Goya, uno de nuestros monstruos pictóricos, que representa (¿se representa?) a Don Quijote acosado por monstruos, en una de sus geniales aguadas directamente emparentada con la conocida: "El sueño de la razón produce monstruos" y también un exquisito dibujo del Duque de Wellington de mirada directa, profunda, como en todos y cada uno de los personajes retratados por el genio.


Francisco de Goya. Don Quijote acosado por monstruos. Dibujo a pincel en tinta 
gris sepia y aguada, 207 x 144 mm, c. 1812 – 1820. Museo Británico.



Francisco de Goya. Arthur Wellesley, primer duque de Wellington. Lápiz rojo 
sobre lápiz negro y graffito, 235 x 177 mm, 1812.185.  Museo Británico.


En el siguiente enlace puede verse la presentación de la muestra por parte del director del   British Museum: