domingo, 6 de abril de 2014

MARIÁN

¡Querida, queridísima Marián! Cuantas cosas, cuantas vicisitudes compartidas en nuestro querido Jorge Juan. Llegamos el mismo día al instituto de tan excelente y sonoro nombre: Jorge Juan. No podía ser de otra manera nominado así en honor de uno de nuestros primeros científicos y mejores marinos

Siempre recordaré  tu sonrisa, tu mirada limpia, tu porte elegante. Tu inglés y mi dibujo, tan diferentes y tan complementarios cuando hay sinfonía entre compañeros, personas. entre amigos.

Y como no, también Lisboa, maravillosa ciudad, con  sus calles, plazas y tranvías. Y su música…

Algo de ello traté de plasmar en mi obra “Música en Lisboa”, que tú también comprendiste y valoraste hasta el punto de hacerla tuya y que, según me cuentan quienes más te quieren ocupa un lugar destacado en vuestra casa.

Que mayor orgullo para un artista.

Me quedaré siempre con la imagen de mi visita a la clínica donde tratabas de sobreponerte y donde aún en momentos tan difíciles con tu dulce sonrisa, hablamos de la familia, del mar, los amigos y la pintura.

Era por la tarde y, llegada la hora mágica del crepúsculo me dijiste mirando hacia la ventana:

            -¡Martín, cuando veo los colores del atardecer, esos rojos, anaranjados y violetas entre las nubes, -Como ahora- Siempre me acuerdo de tus pinturas, de tus cielos…!!!

Otro gran reconocimiento y más viniendo de una persona tan sensible como TÚ.

Querida Marián, allá donde estés siempre te recordaremos, porque siempre, siempre, estarás con nosotros.






Martín Alía: Música en Lisboa. Técnica mixta/cartón. 32 x 28 cm. 2008. 
Propiedad de la familia de Marián Sarasa. Alicante.